EL FUGITIVO
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Este es un trabajo de ficción, tanto nombres, caracteres, lugares e incidencias son producto de la imaginación del autor y han sido usadas de forma ficticia, cualquier semejanza actual con personas vivas o muertas o con algún evento que haya pasado es mera coincidencia
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EL FUGITIVO PARTE 4
Ellos se encontraban en un claro que estaba oculto por arbustos, así que Francis se acostó sobre el pasto boca arriba y le pidió a Jason que lo penetrara y éste se quedó muy sorprendido ante su petición, pero ahora quería estar con otro hombre ya que la experiencia que había tenido con su hermano realmente había sido muy placentera y estaba dispuesto a repetirla, pero en esta ocasión él era el que tenia que penetrar y no ser penetrado como en su primera vez, y al fijarse en el torso de Francis se sintió muy excitado y se inclinó hacia delante hasta que quedó recostado sobre de él teniendo cuidado de no sofocarlo con su pesó y abrazándolo empezó a besarlo.
Sus besos fueron muy apasionados y las palmas de las manos de Francis empezaron a recorrer toda la espalda de Jay con un movimiento lento de arriba hacia abajo incluyendo sus nalgas, y las piernas de ambos se enroscaron haciendo que los besos se hicieran mas intensos, y Jay disfruto mucho el contacto masculino. La forma tan especial en que un hombre podía besar a otro hombre fue algo realmente increíble, y se volvió a sorprender de lo erótico que podía llegar a ser el sentir las manos de un hombre recorriendo su espalda y sus nalgas y lo fantástico que volvía a ser el sentir que las dos vergas quedaran atrapadas entre ambos cuerpos bajo la presión que éstos ejercían sobre ellas.
-¿Te gusta lo que estamos haciendo?-Preguntó Francis.
-La verdad me encanta aunque tengo que decirte que todo esto es nuevo para mí.
Francis no dejó de mover sus manos mientras hablaban.
-¿Ahora puedes comprender mejor porque no hay mujeres en nuestra ciudad?
-Supongo porque ellas no verían con buenos ojos esto.
-Desde el punto de vista de gente como tu esa sería una respuesta lógica, pero te puedo asegurar que hay algo más y me atrevería a decir que es más profundo.
Y por uno momentos se volvieron a besar apasionadamente, entonces Jason dijo.
-¿Algo más profundo que esto?
-Así es Jay algo mucho más profundo que lo que acabas de decir.
Jason volvió a besar apasionada y repetidamente en la boca a su compañero.
-Honestamente no comprendo a lo que te refieres.
-Una mujer no tiene la fuerza de un hombre, la masculinidad que emana del acto sexual hecho por dos hombres es única, la fuerza con que se hace y al mismo tiempo la ternura y la intensidad que ambos ponen en esto no puede ser igualado por las mujeres.
-Puede ser que tengas razón aunque quizás haya alguien que te lo discuta.
-¿Tu me lo discutirías?
-No, por supuesto que no.
-Eso me imaginé- entonces sorpresivamente dijo- hagamos un sesenta y nueve. Así ambos nos podremos comer nuestros traseros.- y vio que Jay no comprendía lo que le decía así que sonriendo le dijo, ponte boca abajo.
Entonces Francis se hincó sobre de él y le dijo que levantara sus caderas, para Jay esto realmente era una situación muy rara pero de todas maneras hizo lo que le había pedido, y Francis apoyó sus manos en el pasto enfrente de sus piernas para de esa forma evitar que las pudiera bajar, y de repente Jason sintió que estaba en una posición muy poco ortodoxa ya que sus nalgas estaban en el aire, y las de su compañero ahora se encontraban sobre su cara al igual que sus genitales, y pensó que lo mejor sería empezar a mamarle la verga, y cuando Francis sintió la humedad de la boca de Jason en su miembro viril y que la lengua lo envolvía, él empezó a gruñir de placer y se empezó a comer el ano de su compañero quien inmediatamente volvió a disfrutar esa sensación que ahora la pudo identificar como unas deliciosas cosquillas, y después de mamar por un rato más a Francis, decidió que había llegado el momento de intentar comerse su trasero y con ello descubrió que el hacerlo
también era algo muy agradable, así que ambos pasaron momentos deliciosos al darse mutuamente placer.
Perdieron la noción del tiempo mientras estuvieron haciéndose entre ellos lo que Jay llegó a llamar ricuritas y ahora realmente se sentían como un verdadero equipo al estar ambos tan íntimamente relacionados, y para Francis aun fue mucho más especial, porque ahora por primera vez en muchos meses el podía dar y recibir placer por su propia voluntad y no porque otro hombre se lo ordenara bajo la amenaza de recibir un fuerte castigo. Jason se encontraba perdido entre el trasero y la zona genital de su compañero, y el único olor que sus narices captaban era el de Francis y eso hizo que se excitara aún más, y con ello intentar impregnar ese olor en sus narices, y su necesidad de esto se hizo aún más fuerte al sentir el placer que le daba la boca de su compañero cada vez que tocaba ya fuese sus genitales o su ano, y por supuesto él correspondía de la misma manera.
Francis ahora estaba más caliente que nunca y a cada momento quería más y más, antes de que él hubiera sido esclavizado el siempre había sido el activo en el acto sexual, pero después de eso lo obligaron a asumir el rol de pasivo y descubrió que el serlo también daba mucho placer aunque de diferente manera, y en esos momentos lo que más deseaba era sentirse amado y protegido por alguien, y sabía que la única manera de poder alcanzar eso que deseaba era permitirle a Jay que estuviera dentro de él en el lugar más íntimo de su cuerpo, además de que sabía que se merecía eso y mucho más por el simple hecho de haberle salvado la vida, y que había puesto su propia vida en peligro, y durante el viaje que habían iniciado juntos lo había ayudado sin ningún otro interés más que el salvarlo, y que no tenía otra forma de pagarle más que con su cuerpo.
Francis dejó de mamarla verga y lamerle el trasero a Jay y le dijo que había llegado el momento de que lo penetrara, y ahora Jason ya tenía una ida de lo que tenía que hacer, así que le dijo a Francis que se acostara boca arriba y él se puso sobre de él, y Francis abrió sus piernas en ese momento dejando que el cuerpo de Jay se pudiera acomodar entre ellas y éstas quedaran levantadas y sostenidas en esa misma posición por las piernas de su amante, y con ello su ano quedó expuesto y listo para dejar entrar al miembro viril que ansiaba explorar su interior. Por supuesto que todo esto era nuevo para Jason y entendió la razón por la cual su compañero había doblado sus piernas así que movió sus caderas para que la punta de su verga quedara exactamente tocando la entrada al canal amoroso de Francis y lo empezó a besar de forma tierna para asegurarle que todo estaba bien.
Cuando Jason movió su cadera hacia delante para iniciar la penetración el dolor que sintió Francis fue muy intenso, incluso lo dejó paralizado y no pudo seguir besando a Jay, el cual continuó besándolo y ahora instintivamente empezaba a mover sus caderas. Para Francis el dolor fue casi insoportable y mientras era besado empezó a gemir de dolor, pero Jason mal interpretó los gemidos y pensó que lo estaba haciendo por el placer que sentía, así que intensificó sus movimientos. Afortunadamente para Francis el dolor comenzó a ceder y poco a poco pudo empezar a sentir placer y a los pocos minutos ambos estaban disfrutando del acto sexual.
Francis no pudo masturbarse mientras estaba siendo cogido porque Jay estaba sobre de él, así que decidió que lo mejor era dejar que su amante alcanzara su orgasmo. Por momentos el acto sexual era muy intenso y en otros era calmado y lento, y cuando Francis sintió que Jason se tensaba apretó sus caderas para que sus músculos contrajeran su intestino y con ello apretaran la verga que estaba en su interior haciendo que Jay alcanzara su orgasmo de forma muy intensa y con ello eyaculara dentro de él, y esperó pacientemente a que su amante se recuperara y cuando eso pasó, le pidió que lo masturbara y le mamara la verga. Jason así lo hizo y minutos después Francis eyaculaba en su boca, la reacción de Jay fue de asco ya que no le agradó tener al líquido viscoso en su boca y el sabor salado no se le hizo muy agradable, aunque pensó que quizás frió le pudiera gustar más que caliente, así que se animó a tragar un poco mientras que escupía el remanente, después de eso ambos se
recostaron en el pasto y se quedaron dormidos, el calor del día y la actividad sexual fue el ingrediente perfecto para que se relajaran.
Cuando ellos se despertaron calcularon que tenían dos horas más de sol así que Jason pensó que era buena idea ponerse en marcha y recuperar algo del tiempo que habían perdido, sin embargo Francis no estaba muy de acuerdo.
-Vamos hombre, es mejor que caminemos algo, recuerda que entre más avancemos más cerca vamos a estar de nuestro destino.
-Lo se Jay, pero la verdad preferiría que pasáramos aquí la noche, se me hace un buen lugar.
-Yo no estoy muy de acuerdo, ya que aquí estoy seguro que vamos a pasar frió, no hay árboles grandes con los cuales nos podamos proteger durante la noche.
-Pero están los arbustos y matorrales, creo que nos las podríamos arreglar solos, y si nos diera mucho frío pues ya sabes juntamos nuestros cuerpos y listo.
-Bueno hagamos una cosa, demos una vuelta y si no encontramos algo mejor regresamos a pasar la noche aquí.
-Preferiría que no nos moviéramos.
-¿En serio? ¿Por qué?- Preguntó algo desesperado Jason.
-Jay déjalo así, si te digo que no quisiera moverme es porque tengo una buena razón.
-Nunca antes te habías quejado incluso cuando te rescaté de la puerta, y ahí si que estabas en malas condiciones.
-No me quejé porque no me habías cogido.
-¿Qué?, preguntó sorprendido Jason.
-Lo que escuchaste.
-Honestamente no comprendo.
Francis dio un suspiro y dijo.
-Me dejaste muy adolorido el trasero, es lo que estoy intentado decirte, haces el amor muy rico pero como no utilizamos lubricante pues la verdad me duele, y de todas formas ya me quitaste las ganas de quedarme así que vámonos.
Francis se puso de pie y Jason vio que caminaba de una forma muy chistosa y no le quedó más que reírse aunque se cuidó de que no lo viera.
Entraron en un bosque y se sintieron mucho más seguros ya que con todos los árboles que tenían a su alrededor y los troncos y follaje tan espeso iba a ser difícil que alguien los viera, pero como el sol no penetraba mucho, Jay sabía que el frío de la noche dentro del bosque iba a ser intenso, y ellos tenían que encontrar un lugar en donde resguardarse para poder pasar las horas de oscuridad más o menos cómodos, el estar desnudo era una cosa muy buena si se tenía que nadar, pero en definitivas podía ser muy desagradable sino se tenía donde protegerse del frío y del viento en tierra.
Ellos continuaron caminado, pero entre más se internaban en el bosque empezaron a notar que no sabían hacia donde iban, y no sabían si habían estado caminando en círculos o en definitivas iban hacia el oeste y con ello hacia la salida del bosque, y ninguno de ellos quería hacer algún comentario porque tenían miedo de confirmar que efectivamente estaban perdidos, entonces Jason por fin se animó a hablar y dijo.
-Creo que estamos perdidos, tenemos que intentar ver a través del follaje para seguir la luz del sol y dirigirnos al oeste y nos detendremos tan pronto como el sol se ponga..
-Estoy completamente de acuerdo contigo, aunque con este follaje no se si vamos a poder orientarnos, ya que las hojas no permiten que pase la luz del sol.
Para su fortuna divisaron un claro a lo lejos y pudieron ver la inclinación de la luz del sol y vieron que se dirigían hacía el oeste, así que caminaron hacia ahí y cuando llegaron un hombre maduro barbudo con botas, barba y con vello corporal sobre todo en el torso de pelo negro y piel blanca con los brazos cruzados en los pectorales de unos cuarenta años y con una sonrisa burlona les preguntó.
-¿A dónde se dirigen?
Tanto Jay como Francis se asustaron al ver a ese hombre y la mente de Jason empezó a hacerse preguntas tales como si ese hombre era el dueño de esas tierras y por lo tanto los querría esclavizar, del porque se encontraba desnudo, no sería una trampa para hacerlos confiar en él para después esclavizarlos.
Francis fue el primero en hablar.
-Vamos hacia el oeste.
El hombre los miró con más cuidado, Jason también se dio cuenta que era tan musculoso que fácilmente los podía vencer a los dos.
-Es muy peligroso caminar en el bosque si no se le conoce bien y mucho más cuando el anochecer esta tan cerca, además por lo que puedo ver ustedes son fugitivos y están en unas tierras donde a los habitantes les gusta cazar a los fugitivos y hacerlos sus esclavos.
-Nosotros no somos fugitivos- Dijo Jason con firmeza esperando sonar convincente.
-Si no son fugitivos ¿entonces porque se dirigen hacia el oeste?, se perfectamente que en esa dirección están las tierras del "Señor de los Fugitivos" y solo los furtivos se dirigen hacia ahí.- ni Jason ni Francis contestaron y el hombre ahora sonriendo les dijo- Es mejor que salgan del bosque cuanto antes ya que de lo contrario se van a encontrar en un serio peligro.
-¿Usted es un fugitivo?- Preguntó Francis con mucho aplomo.
-No, yo soy un hombre de negocios, y mi negocio consiste en cazar fugitivos para esclavizarlos y después venderlos junto con sus pertenencias en caso de que tengan a los hombres libres.-Los dos jóvenes estaban aterrados, para su mala suerte se habían topado con un esclavista y como ya los había visto sabían que iba a ser muy difícil poder escapar.- Ahora es mejor que me sigan y no traten de escapar ya que de lo contrario van a ser severamente castigados.
-¿Entonces nosotros somos sus esclavos?- Pregunto Jason ya sin el aplomó en su voz.
-Preferiría considerarlos como mis huéspedes, la noche anterior tuvimos una muy buena cacería y pudimos vender a todos los esclavos a muy buen precio, así que me encuentro de muy buen humor y los considero mis huéspedes a no ser que intenten hacer algo estúpido.
Francis y Jason estaban realmente asustados y querían huir, pero el sentido común prevaleció y lo siguieron ya que sabían que podía haber guardias o trabajadores cerca que conocían muy bien el bosque y que no tendrían ninguna oportunidad de poder escapar al no saber hacia donde se dirigían, y aunque su situación no era muy buena por lo menos el hombre no había intentando esclavizarlos por el momento, así que ellos lo siguieron y entraron a la ciudad, y sin perder un solo minuto se dirigieron al palacio, en donde varios esclavos se apresuraron a saludarlo y a encargarse de ellos que pensaban que eran sus invitados, entonces el hombre les dijo.
-Quiero que lleven mis huéspedes a que se den un baño en la sala de duchas general y vuélvanlos a traer completamente desnudos.
Los esclavos obedecieron inmediatamente sus órdenes, mientras los llevaban caminaron por varios pasillos que estaban lujosamente decorados pero entre más avanzaban el decorado iba cambiando por algo más simple hasta que por fin las paredes eran de concreto y no tenían ningún recubrimiento ni adorno más que la pintura gris que las cubría, esto se les hizo muy raro, pero pensaron que las regaderas no tenía que ser un lugar lujoso.
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