Esta es una historia basada en hechos reales.
Mi celular no paraba de sonar y yo iba por la autopista al aeropuerto a 80 millas por horas preocupado de que en cualquier momento me podнa parar la policнa. Sabнa quien llamaba tan insistentemente. Ya me habнa dejado un mensaje anunciбndome que el aviуn acababa de aterrizar, pero seguнa llamando para saber dуnde estaba yo. La verdad es que yo iba tarde y le tocarнa esperar unos minutos.
"Quй tipo mбs impaciente", pensй. Mi jefe me habнa encomendado la misiуn de ir a recoger a Rodrigo San Clemente uno de nuestros nuevos y mбs jуvenes gerentes. Era su primer viaje de negocios con la compaснa y mi jefe me hizo prometerle que como un gesto de bienvenida irнa a recogerlo al aeropuerto.
Cuando lleguй al terminal aйreo, un hombre de unos 32 aсos me estaba esperando con una mala cara acompaсada de una terrible actitud. "Te he dejado varios mensajes", fue su poco amigable saludo. "Me imaginй que eras tъ, pero o hablaba por telйfono o conducнa y preferн no retrasarme mбs". Despuйs de subir su maleta a la cajuela del auto me extendiу la mano y se presentу. Sus manos eras inmensas, tan grandes que mis manos, que no son exactamente pequeсas, se perdнan entre las suyas. Su apretуn de manos demostraba seguridad y determinaciуn.
Una vez en el auto hablamos de generalidades del trabajo. Йl aprovechу para contarme de su experiencia laboral previa, como queriendo mostrar que venнa por mйritos propios y no por la recomendaciуn de ninguno de los grandes jefes. Me contу cуmo habнa llegado a la compaснa y hablamos brevemente acerca de nuestra cita de negocios del dнa siguiente. Para el tiempo que llegamos al hotel yo estaba completamente interesado en el nuevo ejecutivo y querнa proponerle que nos tomбramos una copa para seguir conversando. Йl se registrу y me dijo que estaba cansado y que se irнa a dormir temprano y sin cenar.
Al dнa siguiente nos juntamos a desayunar para planear la presentaciуn de esa maсana. Eran clientes importantes y todo debнa salir sobre ruedas. Rodrigo estaba radiante. Se veнa mucho mejor a como lo habнa visto llegar la noche anterior. Lucнa un traje oscuro, clбsico, pero moderno, una camisa azul y una corbata roja que acentuaba su personalidad arrolladora. Hasta entonces notй que tan alto era, ademбs me fijй en su pelo negro, ojos almendrados, cejas pobladas y una sonrisa que paraba el trбfico.
Durante la presentaciуn a nuestros clientes vi al hombre en acciуn y entendн porque lo habнan contratado como la nueva estrella de nuestro equipo y por quй mi jefe me lo habнa recomendado tanto. Enfatizaba las palabras con tal seguridad que serнa muy difнcil decirle que no y en cosa de minutos tenнa a sus pies a una docena de ejecutivos, hombres y mujeres que le escuchaban con atenciуn y tomaban notas. En varias ocasiones me desconectй de la reuniуn mirбndole discretamente los labios carnosos que remojaba frecuentemente tomando sorbos de agua de la copa de cristal que tenнa frente a йl.
La reuniуn fue un йxito. No hubo respuesta inmediata, pero salimos convencidos que habнamos dejado una excelente impresiуn y que definitivamente los tenнamos de nuestro lado. Despuйs del almuerzo de trabajo, nos fuimos a celebrar. En medio de unas copas hablamos de negocios, pero pronto pasamos a asuntos mбs personales. Me contу que estaba casado y que estaba teniendo problemas con su esposa, principalmente porque йl era muy mujeriego. Me dijo que todavнa la querнa y que lo que mбs le preocupaban eran sus dos hijos aъn pequeсos. Yo me sentн un poco cohibido porque pensй que no le interesarнa escuchar de mi vida privada, pero pronto me hizo un par de comentarios para darme a entender que йl sabнa que yo era gay y que no le importaba. Fue entonces cuando me hizo una confesiуn. Me contу que recientemente en otro viaje, habнa conocido a una muchacha muy atractiva en un bar y que despuйs de coquetearle y tomarse un trago con ella, la besу. Segъn me contу, cual no serнa su sorpresa cuando la supuesta mujer le dijo que era realmente un hombre. Me atrevнa a preguntarle si se habнa ido a la cama con ella, pero me dijo que la revelaciуn lo agarrу fuera de base y desistiу de la aventura.
Mбs entrados en confianza, camino de regreso al aeropuerto me contу que a йl gustaba rasurarse las bolas y el culo. "Me siento mejor afeitado y ademбs, te confieso que asн se me ve mбs grande" y se riу pнcaramente.
A pesar de que el trabajaba en otra divisiуn, me saludaba muy amable cuando nos cruzбbamos en los pasillos. Sуlo si yo iba sуlo, me preguntaba cuбndo нbamos a viajar juntos de nuevo. Yo entendнa que no querнa mostrar que йramos amigos porque no querнa que lo vincularan con alguien que es abiertamente gay en la oficina.
Durante la celebraciуn del cumpleaсos de la asistente de nuestro jefe se me acercу muy discretamente y me dijo que necesitaba hablar conmigo. Despuйs de la fiesta, me llevу a una sala de juntas y me dijo que se sentнa muy mal porque su mujer le habнa pedido el divorcio. Segъn me confiу, ella logrу interceptar su correo electrуnico y le descubriу unos mensajes comprometedores. Su esposa lo confrontу y йl tuvo que aceptar que eran suyos y que tal como constaba en los mensajes no habнa pasado nada y sуlo eran mensajes de seducciуn. Su gran alivio es que ella nunca se enterу que los mensajes no provenнan de otra mujer, sino con una travesti. Rodrigo estaba muy asustado y me me pidiу mi opiniуn. Yo le dije que se calmara, que obviamente por los eventos tan recientes ella estarнa molesta y herida por unas semanas, pero que se dedicara a ella, que la llevara de vacaciones y que ya verнa que con el tiempo se volverнan a calmar las aguas.
Meses mбs tarde, mi jefe me enviу a otro viaje internacional con la idea de repetir el йxito del viaje anterior. Rodrigo, serнa de nuevo, mi compaсero de formula. Йl estaba muy contento de viajar conmigo nuevamente y asн me lo dejу saber en el aviуn. Me hizo prometerle que saldrнamos a cenar en ese viaje porque segъn dijo, se divertнa con mis historias.
Despuйs de nuestra reuniуn de trabajo nos fuimos a tomar un trago antes de la cena. Desde que nos sentamos en la mesa, Rodrigo empezу a hablar de sexo. Me confesу que le encantaba el sexo y que lo que mбs le gustaba es que le chuparan la verga y que jugaran con sus tetillas. Tambiйn me dijo que le gustaba besar y con una sonrisa pecaminosa me dijo que tenнa una lengua muy juguetona y que a su esposa le encantaba cuando la ponнa a trabajar mбs abajo del ombligo. Una vez compartidas sus intimidades, se sintiу con derecho por preguntarme sobre mis preferencias, me pidiу que le contara de mis aventuras gay y que con detalles le hablara sobre las tйcnicas del sexo anal.
A este punto ya era claro que йl estaba mбs que curioso, pero yo me resistнa a creer que pasarнamos de las palabras a los hechos.
Despuйs de la cena, no fuimos a un bar donde por su insistencia continuу la conversaciуn sobre sexo anal. Mбs desinhibido por el alcohol, me confiу que le gustaba estimularse el culo y que a pesar de las resistencias de su esposa, la habнa convencido de que era absolutamente normal que jugara con sus nalgas y lo penetrara delicadamente con sus dedos. Ya al final de la noche, me confesу que habнa sido molestado sexualmente cuando era niсo por un hombre adulto amigo de la familia.
Se hacнa tarde y yo querнa definir hacia dуnde iban todas estas confidencias y secretos. A este punto sabнa demasiado de йl y querнa pasar a las acciones. Finalmente a las dos de la madrugada cerraron el bar y nos fuimos al hotel.
Estando en el lobby del hotel me dijo que querнa tomarse una copa en el casino. Estuvimos jugando en las maquinitas por una hora. A las tres cerraban el casino, asн que calculando llevбrmelo a mi cuarto antes que se emborrachara mбs y se quedara dormido, le propuse que ordenбramos el ъltimo trago y nos lo llevбramos a la habitaciуn, algo a lo que йl aceptу.
En el elevador, ambos con un trago en la mano, mi corazуn estaba a punto de explotar. Los dos estбbamos ebrios, pero parecнa que mi tбctica estaba a punto de funcionar.
Cuando llegamos frente a mi puerta, me dijo que tenнa que ir a su habitaciуn. Le dije que lo esperarнa. Pasaron unos cinco minutos y como no llegaba, temiendo que se habнa arrepentido, decidн tocar su puerta. Desde el baсo me dijo que ya iba, que nos encontrбbamos en mi cuarto. Mi temor es que se quedara dormido y que mis planes se vinieran abajo.
Minutos mбs tarde tocу mi puerta. En cuanto entrу y cerrй, nos abrazamos. Inmediatamente me besу apasionadamente y me susurrу en el oнdo que habнa esperado ese momento por largo tiempo.
Con la cercanнa del abrazo sentнa la presiуn de su bragueta contra la mнa. En segundos se quitу los zapatos y terminamos en la cama, yo sobre йl. Rodrigo con los brazos arriba contenidos por los mнos, en una clara demostraciуn que estaba bajo mi control.
Poco a poco le abrн la camisa y la tirй al lado de la cama. Despacio empecй a lamerle las tetillas con mi lengua, mientras йl gemнa de placer. Le abrн el cinturуn y se le notaba un gran bulto que ocultaba toda su hombrнa. Como si fuera un ritual, milнmetro a milнmetro le fui bajando los pantaloncillos blancos y empezу a aparecer esta verga inmensa y gruesa que apuntaba directamente a mi boca. Lo chupй por un buen rato. Luego empecй a jugar con su gran saco que cubrнan dos bolas redondas y pesadas. Las recorrн con mi lengua y empecй a bajar al destino donde йl querнa que yo llegara.
Estando frente a йl, le subн las piernas y tomй distancia para admirar el culo delicioso que esperaba mi lengua resbalosa. Desde allн podнa mirar su cara y poco a poco, su gesto de timidez e incomodidad por la repentina intimidad, se convertнa en placer y gritos que acallaba mordiйndose los labios.
Los besos tiernos centrados en el anillo de su ano, pronto de transformaron en pequeсos mordiscos alrededor de lo que se sentнa como una corona de fuego. Mi traviesa lengua no pudo evitar la tentaciуn de adentrarse y explorar.
Fue entonces cuando empezу a rogarme que le metiera mi verga. Yo estaba tan borracho y tan excitado que temнa que en cuento estuviera dentro de йl no podrнa contenerme y no querнa terminar esta experiencia antes de tiempo. Entonces, le prometн que la prуxima vez le darнa por el culo tal como querнa.
Luego, йl se encargу de mн. Era mi turno para sentirlo como jugaba con mi cuerpo de arriba abajo, por delante y por detrбs. Minutos mбs tarde, me pidiу lubricante para enterrarse dentro de mi culo, primero por detrбs mientras yo estaba en cuatro y luego me puso sobre mi espalda, me abriу las piernas y volviу a entrar demostrando que sabнa el camino.
Ambos sudбbamos a mares y yacнamos sobre la cama en medio de las sбbanas revueltas. Fue entonces cuando me dijo que querнa que jugara con su culo porque querнa echarme toda su descarga. Mis dedos de la mano izquierda se deslizaban dentro de su tъnel caliente, mientras yo me masturbaba con la derecha, hasta que ambos llegamos a la meta al mismo tiempo en medio de gemidos de йxtasis.
Йl recogiу su ropa, se vistiу y se fue a dormir a su cuarto. Yo no podнa dar crйdito a lo que habнa acabado de suceder.
Horas mбs tarde con la resaca viva, nos fuimos para el aeropuerto. Yo me temнa que fuera a usar la tнpica excusa de "estaba muy borracho y no me acuerdo de lo que pasу" o pero aъn, que simplemente ignorara el tema, pero no. Sentados en el aviуn de regreso, me dijo que habнa sido una experiencia maravillosa y la habнa gozado mucho.
Pasaron los meses y Rodrigo fue transferido a otro departamento, pero aъn nos veнamos en los pasillos y nos saludбbamos.
Hasta que un lunes me fue a buscar a mi oficina y mi asistente le dijo que me habнa quedado trabajando en casa. La llamada de Rodrigo, me sorprendiу. Sуlo me dijo: "Estoy muy caliente y me urge verte". Media hora mбs tarde estaba frente a mi puerta.
Temblaba como un niсo. Me dijo que sentнa mucho miedo, pero que eran mбs poderosas las ganas. Mirando su reloj, me dio a entender que no tenнa mucho tiempo. Esta vez, era mi oportunidad de cumplir la promesa y hacerlo pronto.
Nos besamos. Repetн varios nъmeros del repertorio que yo sabнa le gustaban. Aъn temblando, me dijo con su voz entrecortada que por favor lo poseyera. Mi verga destilaba lubricante producto de la excitaciуn de ver a este macho frente a mн rogбndome que lo penetrara.
Me pidiу que lo hiciera despacio y poco a poco me fui deslizando dentro de йl, mientras reconocнa en йl la cara de niсo inocente que revivнa en su mente eventos pasados. Una vez adentro, empecй a moverme dentro de йl mientras me gritaba "Dame mбs duro, mйtete todo, papi".
Agarrado de las piernas, lo movнa a mi antojo a un lado y a otro, cambiaba el бngulo de ese culo hambriento tratando de tocar su prуstata para hacerlo gozar aъn mбs.
Finalmente, me salн y le apuntй mi chorro de leche caliente a su pecho. Como siguiendo las indicaciones del director de orquesta, йl disparу su caсonazo espesa que aterrizу entre las tetillas hinchadas.
En cuanto terminamos, sonу su celular. Uno de los vicepresidentes lo estaba buscando urgentemente para asistir a una junta de ъltima hora. Йl balbuceу una excusa, diciendo que estaba almorzando y que estarнa pronto de regreso a la oficina.
Antes de salir, me preguntу coquetamente que cuбndo volverнamos a un viaje de negocios...